CNAE son las siglas de Clasificación Nacional de Actividades Económicas. Es un código de hasta cuatro dígitos que clasifica tu actividad empresarial bajo diferentes epígrafes. El objetivo de este número es establecer una jerarquía que facilite la implementación de estadísticas a nivel nacional. Además, permite clasificar unidades estadísticas y entidades según la actividad económica.
Es muy importante conocer este número para poder clasificar correctamente nuestra empresa. Así, la administración podrá recopilar datos sobre nuestra actividad y también es necesario incluirlo en nuestros informes financieros y nóminas. Además, si vamos a iniciar una nueva actividad deberemos obtener el CNAE adecuado para darnos de alta en el RETA.
Los autónomos tienen que cumplir muchos trámites administrativos. El camino del emprendimiento está lleno de obstáculos, pero todo es más llevadero cuando contamos con los seguros adecuados. Los seguros de baja laboral de Previsión Mallorquina te ayudarán en todo momento para que nada detenga tu actividad profesional.
Si quieres saberlo todo sobre el número CNAE, como conseguirlo y para qué sirve, sigue leyendo. Previsión Mallorquina te da todas las claves.
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¿Quién determina el CNAE de una empresa?
La actividad que desempeñes será la que determine el número CNAE de la organización. Por lo tanto, será la propia empresa la responsable de establecer correctamente el CNAE. Para ello deberás analizar cuál es tu actividad principal y acceder al listado de actividades para seleccionar el código que corresponda. Aquí te dejamos el listado de todas las actividades y sus códigos correspondientes.
En total hay 20 grupos y, dentro de ellos, varios subgrupos en los que clasificar tu empresa. Si tu empresa se dedica a varias actividades, deberás elegir el código de tu actividad principal. Es decir, aquella que te genere el mayor número de ingresos.
Una vez elegido tu código, deberás hacerlo constar en la documentación de la empresa cuando te inscribas en el Registro Mercantil o te des de alta en el RETA.
Seleccionar adecuadamente tu CNAE es importante. En primer lugar, porque tienes la obligación legal de hacerlo y debes proporcionar este dato cuando te inscribas en el registro mercantil o en RETA. También es beneficioso porque permite clasificar a las empresas por actividad y comparar el desempeño a nivel sectorial.
Además, existen ayudas y subvenciones que son específicas de determinados sectores por lo que deberás proporcionar este dato para acceder a ellas.
¿Cómo sé cuál es el CNAE de mi empresa?
Si tu empresa ya está registrada pero no recuerdas el CNAE que tenías, puedes recuperarlo usando diferentes medios. Puedes acceder al portal de la Seguridad Social y acceder a tu área personal. Ahí, deberás introducir el CIF de tu empresa y automáticamente aparecerá el CNAE de tu empresa.
Puedes hacer la consulta a través del portal de la Agencia Tributaria aportando nuevamente el CIF de la empresa y otros datos específicos. El Registro Mercantil también es un canal de obtención del CNAE muy utilizado. Tendrás que aportar los mismos datos que aportaste para los casos de la Seguridad Social y la Agencia Tributaria.
¿Se puede cambiar el CNAE de la empresa?
Si la actividad de tu negocio cambia, es posible cambiar el CNAE. Para ello tendrás que acudir a la notaría y cambiar la escritura de constitución de la sociedad. Con la firma del notario, podrás modificar tu inscripción en el Registro Mercantil y asignarte un nuevo CNAE.
Si eres autónomo, solo tienes que acudir a la Seguridad Social. El cambio de actividad se puede hacer telemáticamente.
Recuerda que no siempre es necesario cambiar el CNAE cuando se cambia de actividad. Existen casos en que la nueva actividad tan estrechamente relacionada con la anterior, que no es necesario modificar el CNAE.
¿Qué diferencia el CNAE del IAE?
A menudo, en el ámbito empresarial existe confusión entre el CNAE y el Impuesto de Actividades Económicas (IAE). Aunque ambos están relacionados con la actividad de la empresa, cumplen finalidades diferentes. El IAE tiene una finalidad fiscal y se asigna en función de la actividad económica de la empresa. Mientras que el CNAE solo tiene una función estadística.
El tipo de gravamen se determina en función de este último factor. Por eso muchas personas lo confunden con el CNAE. Además, el CNAE se asigna al constituir la empresa, mientras que el IAE solo se usa para calcular el tipo gravamen.
Conclusión
La Clasificación Nacional de Actividades Económicas es un código que clasifica la actividad de tu empresa. A diferencia del Impuesto de Actividades Económicas, no tiene finalidad fiscal. Simplemente se asigna con fines estadísticos. Este código tiene carácter obligatorio y se debe consignar en el momento de constitución de la sociedad o cuando el autónomo se da de alta en la Seguridad Social.
La correcta asignación de este código corre a cargo de la empresa quien deberá buscar en el listado de actividades económicas, aquella que se corresponda con su actividad principal. Este listado se puede consultar en la web de la Agencia Tributaria
Es importante que el CNAE este correctamente asignado ya que es obligatorio y además facilita el acceso a diversas subvenciones sectoriales. El CNAE se puede cambiar cuando cambia la actividad de la empresa. Si eres autónomo, el cambio se puede realizar de forma telemática en la web de la Seguridad Social.
Como ves, asignarse un CNAE o cambiarlo, no es difícil y trae cuantiosos beneficios a la hora de acceder a ayudas y subvenciones. Además de que tiene carácter obligatorio.
Los autónomos tienen que afrontar numerosos trámites administrativos además de depender solo de ellos mismos para sacar adelante sus finanzas. Una enfermedad o accidente puede suponer un auténtico varapalo en estos casos. Por eso, Previsión Mallorquina ofrece seguros para darte apoyo en estas situaciones.
