Colaboraciones con marcas, campañas en redes sociales, envíos de productos, participaciones en eventos… El trabajo de los influencers parece un sueño desde fuera. Sin embargo, cuando los ingresos empiezan a llegar, también lo hacen las responsabilidades fiscales.
Muchos creadores de contenido se sorprenden al descubrir que deben emitir facturas, declarar el IVA o pagar IRPF como cualquier otro profesional. Algunos incluso descubren tarde que tenían que haberse dado de alta como autónomos.
La vida del influencer también incluye imprevistos: desde una baja por enfermedad hasta la imposibilidad de cumplir con compromisos de marca. Por eso, muchos buscan protección adaptada a su actividad, como los seguros de baja laboral para autónomos que ofrece Previsión Mallorquina.
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¿Está regulada la profesión de influencer?
Sí. España cuenta con una regulación específica para influencers, recogida en la Ley General de Comunicación Audiovisual (Ley 13/2022). Esta norma establece obligaciones como identificar contenidos publicitarios o proteger a los menores.
Puedes consultar todos los detalles en nuestro artículo sobre la Ley de influencers.
¿Debe un influencer darse de alta como autónomo?
Sí. Si un influencer realiza actividades de forma habitual y con ánimo de lucro (aunque no supere el salario mínimo), debe darse de alta en:
- Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) en la Seguridad Social.
Esto implica asumir obligaciones fiscales y de cotización, independientemente del número de seguidores o del tipo de colaboraciones que haga.
¿Qué impuestos paga un influencer en España?
Un influencer en España debe pagar los siguientes impuestos: el IRPF, el IVA, el impuesto sobre patrimonio (en algunos casos).
IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas)
Los ingresos por colaboraciones, promociones o patrocinios deben declararse como rendimientos de actividades económicas. El IRPF funciona por tramos, entre el 19% y el 47%, según los ingresos anuales.
Además, los autónomos deben presentar pagos fraccionados trimestrales (modelo 130).
IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido)
Los servicios prestados a marcas, agencias o plataformas suelen estar sujetos a IVA (21%). Es obligatorio emitir facturas y presentar el modelo 303 trimestral y el modelo 390 anual.
En algunos casos, como servicios a empresas extranjeras, puede aplicarse el mecanismo de inversión del sujeto pasivo.
Impuesto sobre el Patrimonio (en algunos casos)
Si el influencer acumula un elevado volumen de ingresos o bienes, podría estar obligado a presentar este impuesto, aunque no es habitual.
En España, el Impuesto sobre el Patrimonio afecta a quienes superan los 700.000 euros de patrimonio neto, excluyendo hasta 300.000 euros por la vivienda habitual. Si se supera este umbral, es necesario presentar la declaración incluso si no se debe pagar el impuesto por aplicación de mínimos exentos o bonificaciones autonómicas.
Este tributo varía según la comunidad autónoma de residencia, por lo que conviene consultar la normativa autonómica correspondiente.
¿Qué gastos puede deducirse un influencer?
Pueden deducir gastos directamente relacionados con la actividad profesional. Entre lo más habitual, encontramos:
- Equipos informáticos, cámaras o móviles.
- Aplicaciones, edición de vídeo o software.
- Gastos de conexión a internet o teléfono móvil.
- Viajes, si están justificados profesionalmente.
- Servicios de community management, diseño o contabilidad.
Es fundamental que todos los gastos estén documentados con factura.
¿Si el influencer colabora con marcas extranjeras, debe tributarlas?
Colaborar con marcas fuera de España no exime de tributar aquí si se reside en el país. Es necesario declarar esos ingresos y, en su caso, aplicar el mecanismo de inversión del sujeto pasivo en el IVA.
¿Qué significa esto? Si colaboras con una empresa de otro país de la Unión Europea, no deberás incluir IVA en tu factura. En su lugar, debes indicar que se aplica la «inversión del sujeto pasivo» y será la empresa extranjera quien declare ese IVA en su país.
Además, si se reciben pagos en especie (como viajes o productos), también deben valorarse y declararse como ingresos.
Conclusiones
Ser influencer en España es ejercer una actividad económica como cualquier otra, y eso significa declarar ingresos, emitir facturas con IVA, presentar modelos trimestrales y cotizar como autónomo.
Cumplir con Hacienda no solo evita sanciones, también es una forma de consolidar tu reputación profesional y abrir la puerta a nuevas oportunidades con marcas y agencias que valoran la transparencia.
Y si vives de tu contenido, cuidas tu imagen y construyes comunidad, no olvides cuidar también tu seguridad laboral. Con un seguro de baja laboral para autónomos como el de Previsión Mallorquina, puedes seguir trabajando tranquilo, incluso cuando no puedas publicar.