Soy autónomo y me quieren contratar. ¿Qué debo hacer?

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Ponderar las ventajas y las desventajas. Esa es una de las primeras cosas que debes hacer si te hacen una oferta de trabajo siendo autónomo. Lo primero que debes saber es que legalmente ambas situaciones son perfectamente compatibles. 

Es decir, que puedes compatibilizar tu actividad como autónomo con otra actividad como asalariado. Obviamente, esta situación generará toda una serie de pros y contras que deberás valorar. Además, claro, de que una decisión como esta tiene un cariz personal. Cada autónomo es un mundo y las circunstancias cambian de un caso a otro. 

En este artículo te presentaremos todas las claves a considerar para que tomes la mejor decisión. Alta en la Seguridad Social, tipo de fiscalidad… Y demás aspectos que te guiarán en el proceso para compatibilizar tu actividad como autónomo y asalariado.  

¿Puedo ser autónomo y trabajar para una empresa? 

La respuesta es sí. Puedes ser autónomo y trabajar para una empresa a la vez. Pero en este caso tendrás que darte de alta en el correspondiente régimen de la Seguridad Social. De este modo, estarás dado de alta en los dos regímenes de la Seguridad Social, por un lado, el régimen de trabajadores por cuenta ajena, y por otro, el de trabajadores por cuenta propia (RETA).  

Al hacer esto, entrarás en situación de pluriactividad, un escenario que ya hemos descrito en este artículo y que no debes confundir con el pluriempleo.  

Pero eso no quiere decir que tengas que pagar el doble de seguridad social necesariamente. De hecho, te podrás beneficiar de reducciones en tu base de cotización. Para los nuevos autónomos que compatibilicen su situación con un trabajo por cuenta ajena a tiempo completo, la bonificación llegará al 50 % los primeros 18 meses.  

Esta reducción se situará en el 25% de la base mínima para los segundos 18 meses. En el caso de autónomos que trabajan por cuenta ajena a tiempo parcial las bonificaciones se reducen hasta el 25% y el 15% para los mismos periodos de tiempo. 

Estos beneficios solo aplican a aquellos que se vayan a dar de última por primera vez en el RETA. Es decir, que si ya eres autónomo y vas a ser asalariado, no podrás optar a estas rebajas. 

De lo que sí te podrás beneficiar es de la devolución de cuotas de la Seguridad Social. Esta medida se aplica cuando un trabajador cotiza a la Seguridad Social en tanto que trabajador por cuenta ajena y también como autónomo. 

Si el conjunto del dinero cotizado supera o iguala la base máxima de cotización, la Seguridad Social debe reintegrarte el 50% de ese exceso de cotización. Esta devolución se hace de forma anual y automática sin que tengas que solicitar nada. 

Qué hay que tener en cuenta al aceptar la oferta de empleo 

Sobre todo, no pierdas de vista la fiscalidad. Porque, efectivamente, tener un trabajo como autónomo y otro como asalariado repercutirá en tu declaración de la renta. Mucha gente considera que el hecho de tener varios pagadores supone un aumento automático de pago de impuestos. Y esto es verdad a medias. 

Es cierto que siendo autónomo y asalariado tendrás que pagar más impuestos, pero como consecuencia del aumento de tus ingresos anuales. Recuerda que ahora te dedicas a dos actividades económicas. Lo que ocurre con frecuencia es que, al aceptar un trabajo por cuenta ajena, la empresa que te contrata te aplica retenciones como si solo trabajases para ellos. 

Como resultado, tus retenciones son menores y cuando llega la hora de hacer la declaración, te encuentras con que te sale a pagar. Para evitar esta situación, es recomendable que hables con tu empresa para que te aplique la retención que corresponde a tu situación. 

¿Me compensa dejar de ser autónomo para ser contratado? 

La respuesta a esta pregunta dependerá de tu situación personal. Por un lado, es cierto que como asalariado cuentas con una protección salarial mayor. Tienes derecho a paro, un horario fijo y menos responsabilidades.  

Pero esto también tiene un peaje en forma de mayor rigidez horaria, incapacidad para organizar tu propio trabajo y la imposibilidad de diversificar tus fuentes de ingresos con múltiples clientes.  

Por el contrario, ser autónomo también tiene una serie de ventajas. Tienes una mayor flexibilidad horaria, puedes decidir con quien trabajar y con quien no y también tienes un mayor control sobre la carga de trabajo que te impones.  

Esto viene acompañado de una mayor carga de responsabilidad. Y tendrás que encargarte de los asuntos legales y administrativos. Por no hablar de la mayor inestabilidad económica ya que no contarás con un salario fijo. Por otro lado, las vacaciones correrán por tu cuenta y riesgo. Esto también supone que cada día que no puedas trabajar supone un problema. 

Afortunadamente, existen muchas herramientas que te protegen de estos imprevistos como los seguros de Previsión Mallorquina. De este modo, ninguna enfermedad o accidente se interpondrá en tu actividad laboral. 

Qué beneficios hay si soy autónomo y asalariado a la vez  

Uno de los principales beneficios se deriva de haber cotizado en dos regímenes de la seguridad social distintos. Al haber cotizado por el régimen general y por el RETA podrás tener acceso a dos pensiones de jubilación.  

Para ello debes cumplir una serie de requisitos. El primero de ellos es haber cotizado 15 años en cada régimen y que al menos dos se hayan cotizado en los últimos 15 años anteriores a la solicitud de la jubilación.  

Si no llegas al mínimo en uno de los regímenes, podrás acumular las bases y sumarlas al régimen por el cual te jubilas. Se puede hacer esto siempre y cuando no excedas la base máxima de cotización (4.720 euros). 

A nivel fiscal, una de las ventajas de ser autónomo y asalariado, es que puedes obtener deducciones por ambas actividades cuando hagas la declaración de la renta. Si eres autónomo y trabajas desde casa, puedes deducir los gastos corrientes de la parte de la casa que destines a tu actividad empresarial, por ejemplo.  

En la parte de trabajo asalariado también puedes deducirte rendimientos de trabajo o aportaciones a planes de pensiones. Como ya te hemos comentado anteriormente, deberás hablar con tu empresa empleadora para que practique las retenciones adecuadas a tu situación actual. De este modo, evitarás sorpresas de última hora en tu declaración de la renta. 

Conclusión

Compatibilizar tu actividad como autónomo y asalariado es posible, pero para saber si te compensa, tendrás que analizar tu situación. Por lo pronto, tendrás que darte de alta en los dos regímenes de la Seguridad Social. El de trabajadores por cuenta ajena y el RETA.  

En este caso, no es lo mismo pasar de autónomo a asalariado que lo contrario. Si pasas de ser asalariado a autónomo por primera vez, podrás beneficiarte de bonificaciones en la Seguridad Social. Si ya eres autónomo y entras a trabajar como asalariado, no recibirás ninguna bonificación. 

Por otro lado, podrás optar a la devolución del 50 % de las cuotas de la Seguridad Social si con tus cuotas sobrepasas la base máxima de cotización. También podrás optar a recibir dos pensiones procedentes de los dos regímenes a los que has hecho aportaciones. Siempre y cuando juntes los requisitos correspondientes. 

Compatibilizar tu actividad como autónomo y asalariado puede ser todo un reto. Pero es un reto perfectamente compatible. Si como autónomo necesitas protección, Previsión Mallorquina es tu mejor aliado para afrontar situaciones de enfermedad o accidente.